lunes, 20 de junio de 2016

ZEPPOLE DI SAN GIUSEPPE CON DULCE DE MANZANA


El mes de junio, llega con toque dulce a Desafío en la cocina. Y además, con varias propuestas, y nuevas desafiadoras, que nos harán viajar a diferentes países. Pero vamos por partes, a mí me ha tocado viajar a Italia para preparar un dulce típico napolitano. La propuesta ha sido de Lidia, de Mis platos favoritos.
El Zeppole di San Giuseppe, es un pastel hecho con pasta choux y relleno con crema pastelera, que se prepara tradicionalmente el día de San José. Pueden hacerse fritos o al horno y se suelen rematar con una amarena o cereza confitada. Yo he optado por hacerlos al horno, rellenándolos con crema aromatizada con vainilla y para decorar los he asturianizado con untoque de dulce de manzana.


Para la pasta choux:

120 g de harina
100 g de leche
100 g de agua
80 g de mantequilla
4 huevos
10 g de azúcar
1 pizca de sal

Ponemos la leche, el agua, la sal, el azúcar y la mantequilla al fuego. En cuanto empiece a hervir, retiramos y añadimos la harina tamizada, mezclando con espátula. Volvemos a poner al fuego y removemos unos minutos más.
Dejamos que pierda un poco de temperatura y vamos añadiendo los huevos uno a uno, batiendo bien para introducirlos.
Ponemos la masa aún caliente en una manga con boquilla rizada y sobre una bandeja de horno forrada con papel, vamos formando pequeñas rosquillas.
Metemos al horno unos 20 minutos, a 180-190ºC
Dejamos enfriar sobre una rejilla


Para la crema pastelera:

250 ml de leche
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de maizena
1 huevo
1 vaina de vainilla

Mezclamos en un bol el azúcar, la maizena, el huevo y un poco de leche. Reservamos el resto de la leche. Abrimos la vaina de vainilla longitudinalmente, raspamos el interior con la punta de un cuchillo y añadimos tanto la vaina como la pulpa que hemos extraído a la leche que hemos reservado. La ponemos al fuego y antes de que empieze a hervir, la retiramos y tapamos dejando que infusione unos 10 minutos. Retiramos la vaina y vertemos la leche en el bol en el que hemos mezclado azúcar, maizena y huevo. Mezclamos bien con varillas y volvemos a poner al fuego, sin dejar de remover hasta que espese.
Vertemos en una fuente y tapamos a piel con film. En cuanto haya templado, reservamos en nevera.




Montaje:

Abrimos longitudinalmente cada pastel. Rellenamos con crema pastelera, tapamos y espolvoreamos por encima un poco de azúcar lustre.
Para decorarlos, usaremos una manga con crema pastelera y otra con dulce de manzana.  Ponemos un punto de crema en el hueco central de cada zeppole y rematamos con un poco de dulce de manzana en la parte superior.

Y ahora, os invito a visitar el blog de Desafío en la cocina, para ver el resto de elaboraciones de los participantes, porque hay sorpresas .... PINCHAD AQUÍ para descubrirlas







viernes, 10 de junio de 2016

BOQUERONES EN VINAGRE #nosvamosdetapasts


Este mes, en La Cocina Typical Spanish nos vamos de tapas. ¿Habrá costumbre más española que esa? Aunque no hay unanimidad a la hora de datar su origen, lo cierto es que la costumbre de acompañar con un pequeño bocado las bebidas de las tabernas, ha derivado en una de las tradiciones gastronómicas más arraigadas.
Dentro del amplio surtido de tapas,  yo he optado por hacer una de las más castizas: los boquerones en vinagre. Su origen, ni más ni menos, que utilizar el vinagre para conservar el pescado durante más tiempo.



Ingredientes:

500 g de bocartes (una vez limpios y sin espinas, se quedaron en 320 g)
485 g de vinagrelaureñ de vino blanco
160 g de agua
19 g de sal
4 dientes de ajo
1 hoja de laurel
Perejil
Aceite de oliva virgen extra

La elaboración es muy fácil, aunque nos llevará varios días. Lo primero, es limpiar los bocartes y quitarles la espina, dejandolos en filetes. Lo más recomendable es congelarlos durante 48 horas, de esa forma, nos aseguramos de eliminar riesgos con el temido parásito anisakis.
Pasado ese tiempo y con los filetes ya descongelados, mezclamos el vinagre, el agua y la sal, removiendo bien. Picamos en el mortero los ajos, un buen manojo de perejil y el laurel y lo añadimos al líquido. Ponemos los filetes en una fuente de cristal y cubrimos con la mezcla anterior. Tapamos con papel film y dejamos en nevera 48 horas.
Escurrimos los filetes, los secamos y los colocamos en un recipiente. Cubrimos con aceite de oliva y ya estarán listos para degustar.



Y después de probar unos boquerones, nada mejor que seguir tapeando. Pinchad aquí, para seguir la mejor ruta de tapeo, la de La Cocina Typical Spanish #nosvamosdetapasts

  
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martes, 7 de junio de 2016

PAN DE SODA


Hacer pan y rapidez no son sinónimos, pero como siempre hay una excepción que confirma la regla, hoy os traigo un pan que podeis preparar en muy poco tiempo porque apenas lleva amasado y no hay que dejarlo levar. Es el pan de soda irlandés, en el que la levadura se sutituye por bicarbonato. El otro ingrediente estrella es el buttermilk (ya sabéis, para entendernos aquí, tan simple como leche cortada). La reacción del ácido láctico de la leche, con el bicarbonato sódico, produce dióxido de carbono que hará crecer este singular pan, cuya miga queda esponjosa, similar casi a la de un bizcocho. La receta que he seguido es de Lorraine Pascale, únicamente he cambiado la harina integral de trigo, por centeno.


Ingredientes:

370 g de harina de fuerza
130 g de harina integral (yo la usé de centeno)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita colmada de bicarbonato
1 cucharada colmada de miel
40 g de aceite de girasol
340 ml de leche entera
Zumo de medio limón

Empezamos haciendo el buttermilk: añadimos el zumo de limón a la leche, removemos y dejamos reposar para que se corte.

En una fuente ponemos los dos tipos de harina, la sal, el bicarbonato, la miel, el aceite y el buttermilk. removemos bien con una cuchara de madera para mezclarlo. Con las manos bien enharinadas, formamos una bola y la colocamos sobre la bandeja de horno forrada con papel de hornear. Con el mango de la cuchara de madera hacemos una cruz sobre la superficie del pan y metemos al horno a temperatura máxima unos 35 minutos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla y a saborearlo. No dejéis de probarlo. 

viernes, 20 de mayo de 2016

ROSCA DE PAN DE JAMON Y TOMATE


Desafío en la cocina cumple ya ¡cuatro añitos! Y para celebrarlo, esta vez no habrá tarta, sino una corona salada. Esa ha sido la propuesta de este mes para celebrar esta fecha tan especial, los ingredientes a elección de cada participante. Yo he optado por una rosca de pan con un relleno clásico; jamón, tomate y aceite de oliva.



Ingredientes:

260 g de harina de panadería
150 g de agua
9 g de sal
9 g de levadura fresca prensada
1 cucharada de masa madre de centeno
40 g de mantequilla

Jamón serrano
1 tomate
aceite de oliva
sal

Mezclamos en una fuente honda la harina, la sal, la masa madre y la mitad del agua y empezamos a amasar. Añadimos la levadura desmenuzada y poco a poco el resto del agua. Según el tipo de harina que utilizemos es posible que no necesitemos usar toda el agua o que debamos añadir más.
Al final del amasado, añadimos la mantequilla que deberá estar a temperatura ambiente. Nos costará integrarla en la masa, así que debéis de trabajar bastante el amasado.
Tapamos con un paño y dejamos reposar hasta que doble su tamaño aproximadamente.
Desgasificamos, aplastando bien la masa y formamos nuevamente una bola, a la que haremos un agujero en el centro con las manos. Vamos dandole la forma de rosca, procurando que la masa quede bien proporcionada y la colocamos con cuidado sobre la bandeja de horno forrada con papel. Tapamos nuevamente y dejamos levar.
Antes de meter al horno, le daremos unos cortes limpios con una tijera. Cocemos a fuego fuerte unos 40-45 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.



Una vez fría abrimos la rosca longitudinalmente y la rellenamos con unas rodajas finas de tomate que espolvorearemos con un poco de sal y un chorro de aceite de oliva. Sobre ellas, colocamos las lonchas de jamón serrano y tapamos.

Y como siempre, ahora toca echar un vistazo a todas las propuestas que los participantes de este Desafío en la cocina han hecho para celebrar este cuarto aniversario
Pinchad AQUÍ para verlas todas


lunes, 9 de mayo de 2016

TARTALETAS TATIN



La Tarta Tatin es un clásico de las tartas de manzana, pero en esta ocasion os la traigo en formato individual, con extra de caramelo y con una base más crujiente. Seguro que no os defrauda.
La idea no es mía, es de Miriam, de El invitado de invierno. Ella las hace con mitades de manzana, doy fe de que estan deliciosas, pero en esta ocasión yo he optado por trocear más las manzanas y por usar para la base pasta filo.

Ingredientes:

3 manzanas reineta
190 g de azúcar
75 g de mantequilla
Zumo de un limón
1 pellizco de sal
Masa filo
Un poco más de mantequilla y azúcar para untar las láminas de masa

 
Pelamos las manzanas y las cortamos en cuadraditos. Rociamos con el zumo de limón para que no se oxiden.
Ponemos el azúcar, la mantequilla y la sal en una sartén de fndo grueso y calentamos a fuego medio.
Movemos de vez en cuando la sarten, pero sin remover directamente.
Cuando empiece a caramelizar veremos que cambia de color, bajamos el fuego y añadimos las manzanas troceadas, dejamos que se hagan un poco dándoles un par de vueltas. Retiramos del fuego.

Derretimos un poco de mantequilla y pincelamos con ella una lámina de pasta filo. Espolvoreamos encima un poco de azúcar y colocamos otra lámina de pasta. Cortamos en rectángulos un poco más anchos que los huecos del molde que vamos a utilizar.

Para estas tartaletas, yo he usado un molde de silicona tipo financier, de 12 cavidades. Con ayuda de una cuchara, rellenamos los huecos rectangulares del molde. Cubrimos cada uno con un rectángulo de masa y colocamos el molde sobre una bandeja. Horneamos unos 10 minutos a 200ºC
Sacamos el molde del horno y lo invertimos de inmediato sobre una bandeja para que el caramelo no cristalize.
Dejamos enfriar un poco y listas para servir. Mejor comerlas templadas

jueves, 28 de abril de 2016

EMPANADA DE NUEZ


Ni de bonito, ni de carne, ni de cebolla. La empanada que os propongo hoy es para tomar de postre. Tan simple como una masa de hojaldre y un relleno de nuez.
Yo he usado hojaldre casero que tenía en el congelador, pero podéis usar perfectamente una masa comprada.
Un postre diferente con el que dar salida a las excelentes nueces de la última cosecha.


Ingredientes:

2 láminas de hojaldre
200 g de nueces
150 g de azúcar
1 huevo
ralladura de limón
un chorro de coñac


Empezamos haciendo el relleno de la empanada: picamos las nueces en un procesador y añadimos el resto de los ingredientes. Mezclamos hasta tener una pasta homogénea y la reservamos.

Forramos un molde con una de las láminas de hojaldre, extendemos en su interior el relleno y tapamos con la otra lámina de hojaldre. Cortamos la masa sobrante y pegamos los bordes con ayuda de un poco de agua haciendo el cierre de la empanada.
Pintamos la empanada con huevo batido y metemos al horno a temperatura máxima hasta que el hojaldre esté crujiente y dorado.

miércoles, 20 de abril de 2016

TARTA ÓPERA DE PISTACHOS, FRAMBUESA Y CHOCOLATE


El Desafío en la cocina de este mes nos traslada hasta París, para deleitarnos con uno de los clásicos de la repostería francesa: la Tarta Ópera. La propuesta ha sido de Carolina de Tomillo, laurel y otras cosas de comer. El reto, que tuviese como mínimo, 7 capas.
Esta tarta fue creada en los años 30 por Louis Clichy para una recepción que se celebró en el Palacio de la Ópera de París. Tradicionalmente se prepara con capas de bizcocho Gioconda y crema de mantequilla y se aromatiza con chocolate y café. Es característico además el baño espejo que la cubre.
Yo he optado por una tarta ópera con sabores diferentes, siguiendo la receta de William Curley en su libro "Chocolate de alta costura" aunque he cambiado las cerezas por frambuesas. Para el baño espejo, he utilizado esta fórmula de Chocolatísimo, ha salido perfecto.


Ingredientes (para una tarta de 7-8 porciones)

Para el bizcocho Gioconda de pistacho: 25 g de almendras molidas, 150 g de azúcar, 100 g de claras de huevo, 43 g de pasta de pistacho, 37 g de azúcar lustre, 30 g de yemas de huevo, 50 g de harina de maíz, 23 g de mantequilla derretida y enfriada

Para el almíbar: 90 ml de agua, 85 g de azúcar, 75 g de licor (yo he usado Triple Seco)

Para la crema muselina de pistacho: 168 ml de leche, 40 g de yemas, 32 g de azúcar, 17 g de harina de maiz, 83 g de mantequilla a temperatura ambiente, 20 g de pasta de pistacho

Para la ganache de frambuesa: 200 g de puré de frambuesas (hecho con 250 g de frambuesas, 25 g de agua, 25 g de azúcar y un chorro de zumo de limón), 40 g de azúcar, 150 g de chocolate con leche, 150 g de chocolate negro, 50 g de mantequilla 

Para el glaseado espejo de chocolate (sale muy abundante): 262 g de agua, 337 de azúcar, 112 g de cacao en polvo, 205 g de nata 35% m.g., 12 g de gelatina en hojas

Empezamos haciendo los bizcochos. Yo he hecho tres tartas rectangulares individuales, así que me ha bastado con hacer una plancha de bizcocho en una bandeja de horno.
Mezclar en un cuenco las almendras molidas con 45 g de azúcar, 42 g de claras de huevo y la pasta de pistacho, hasta que ligue bien. Añadir poco a poco el azúcar lustre y batir hasta que la mezcla adquiera una consistencia homogénea. Incorporar las yemas de huevo y batir 4-5 minutos hasta obtener una textura ligera. Sin dejar de batir, añadir la harina de maíz y la mantequilla derretida.
Batir las claras de huevo restantes con el resto del azúcar. Con cuidado, añadir ese merengue a la mezcla de pistacho.  
Extendemos la masa en la bandeja de horno, forrada con papel, dejando una capa fina. Horneamos a 180º C unos 15 minutos hasta que el bizcocho se dore ligeramente y esté esponjoso al tacto.

A continuación haremos el almíbar para mojar cada capa de bizcocho: ponemos el agua y el azúcar a hervir. Dejamos que se enfríe y añadimos el licor. Lo guardamos en un recipiente hermético y reservamos en la nevera hasta su uso.

Para hacer la crema muselina de pistacho, ponemos la leche en una cacerola hasta que hierva. Mientras tanto, batimos las yemas con el azúcar hasta que la mezcla se espese y adquiera un color claro. Añadimos la harina y removemos hasta obtener una consistencia fina. Añadimos la mitad de la leche caliente y batimos hasta que no queden grumos. Pasamos la mezcla por un colador fino y la vertemos en la cacerola donde habíamos dejado la mitad de la leche. Volvemos a poner al fuego sin dejar de remover con unas varillas. Cuando empiece a hervir bajamos el fuego y dejamos a fuego lento durante 5 o 6 minutos sin dejar de mover. Pasamos la crema al vaso de la batidora y batimos a baja velocidad hasta que la mezcla alcance la temperatura ambiente. Añadimos la pasta de pistacho sin dejar de batir y a continuación la mantequilla poco a poco. Guardar la crema en un recipiente hermético.

Para la ganache de frambuesa, lo primero que debemos hacer es el puré (ponemos 25 g de agua y 25 g de azúcar al fuego hasta que hierva. Una vez frío, ponemos 250 g de frambuesas en el vaso de la batidora con el almíbar y un chorro de limón. Batimos hasta obtener un puré y pasamos por un colador fino) Ponemos el puré con el azúcar en un cazo y llevamos a ebullición, vertemos sobre el chocolate troceado y removemos con una espátula emulsionando. Incorporamos la mantequilla ablandada y mezclamos hasta conseguir una consistencia fina y homogénea. Dejamos que se enfríe.



Y por fin, llega el momento de montar la tarta:

Cortamos los rectángulos de bizcocho para hacer las diferentes capas. Es preferible usar marcos rectangulares para montar la tarta, de esa forma, el acabado será más fino. Colocamos en el marco una capa de bizcocho, mojamos con el almíbar, extendemos una capa de ganache de frambuesa y dejamos que se enfríe en la nevera 10 minutos. Sobre la ganache ponemos una capa de la muselina de pistacho. Colocamos otro rectángulo de bizcocho encima y repetimos el montaje anterior.  Finalizamos con un tercer rectángulo de bizcocho bañado con almíbar. Metemos al congelador, lo ideal es dejarla toda la noche.

Para hacer el glaseado,  ponemos en una olla alta (porque salpica) todos los ingredientes menos la gelatina que la tendremos en la nevera hidratándose en agua fría. Mientras la mezcla hierve, debemos remover continuamente con varillas para que no se pegue. Después de unos 10 minutos bajamos a fuego medio removiendo de vez en cuando.
Consejo de Esther de Chocolatísimo: Para saber cuando está listo y sin la necesidad de termómetro, introduciremos una cuchara en el glaseado, al sacarlo miraremos la parte de abajo, si casi no chorrea los bordes de la cuchara es que está listo, sin embargo si sigue chorreando hilos de chocolate por los lados tendremos que dejarlo más tiempo en el fuego. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina bien escurrida. Dejamos enfriar. Hay que utilizarlo a 29º C, lo ideal es verterlo sobre la tarta congelada y desmoldada. Debemos hacerlo con antelación suficiente, ya que luego habrá que dejar atemperar la tarta para que haya descongelado para la hora de servirla.

Y ahora, llega el momento de ver el resto de Tartas Ópera que han preparado los participantes de este Desafío en la cocina. Pinchad AQUÍ



domingo, 10 de abril de 2016

MAGDALENAS DE LIMÓN Y CANELA #entrelibrosandaelguiso

Ya estamos en abril, mes por excelencia de libros. Y desde La Cocina Typical Spanish, un año más, se rinde homenaje al Día del libro. El objetivo, esta vez, recopilar recetas basadas en alguna obra literaria, respetando siempre eso sí, el carácter de receta tradicional española.
Yo he elegido un libro que leí en mi adolescencia y que me encantó. Seguro que más de una os vais a sentir identificadas: "Mujercitas". Publicada en 1868, esta novela de Luoise May Alcott narra las peripecias de Meg, Jo, Beth y Amy. ¿Con cuál de las cuatro os identificábais? Yo con Jo, la más inquieta.
Aunque las chicas de la familia March, sufren bastantes penurias económicas, sí es cierto que en más de una ocasión, se evoca alguna merienda sobre la hierba, en la que no faltaba la leche, la miel y algún pastel. Yo, tirando de la misma fantasía que el personaje de Jo, he puesto en esa merienda, unas magdalenas clásicas, ricas y económicas que mojadas en la leche o solas, están deliciosas.
La receta seguida es del gran Xavier Barriga



Ingredientes (para 12 magdalenas):




3 huevos medianos
175 g de azúcar
60 ml de leche
190 ml de aceite de girasol
210 g de harina floja
5 g de levadura química
una pica de sal, canela en polvo y ralladura de limón

Mezclamos la leche con el aceite de girasol.
En otro recipiente mezclamos la harina con la sal, la levadura, la canela y la ralladura de limón
Batimos bien los huevos y el azúcar y añadimos la mezcla de aceite y leche, sin dejar de batir. A continuación añadimos los productos secos poco a poco mientras sigues batiendo, hasta obtener una masa homogénea.
Tapa la masa con un paño y déjala reposar en la nevera al menos una hora, si puedes, déjala hasta el día siguiente. De esa forma, la levadura ejercerá realmente su labor como impulsora.
Pon la masa en una manga pastelera y repartela en las cápsulas para magdalenas, llenando solo tres cuartas partes.
 

Hornea a 210ºC aproximadamente 15 minutos, en función del tamaño de las magdalenas.

Y después de saborear estas ricas magdalenas, nada mejor que darse una vuelta por el resto de recetas que componen el recopilatorio de este mes. PINCHA AQUÍ





domingo, 20 de marzo de 2016

KULIBIAK, PASTEL RUSO DE SALMÓN

La receta de hoy nos lleva hasta las frías tierras rusas. De allí es típico el plato que Mari Luz nos ha propuesto para el reto de este mes de Desafío en la cocina. El Kulibiac es un pastel de pescado tradicional ruso que habitualmente se elabora con salmón o esturión. Podría emparentarse con nuestra empanada, pero la diferencia principal es que los ingredientes se colocan por capas, provocando un vistoso corte. es típico de Navidad y Pascua.
Como me encanta el salmón, no he dudado en emplearlo en mi receta. Se puede elaborar con distintas masas, una de las más habituales es una tipo brioche, yo esta vez me he decantado por una masa filo, que queda fina y crujiente.


Ingredientes:

Masa Filo
1 filete de salmón
Arroz Basmati
1 puñado de espinacas
Mezcla de setas
Anis estrellado
Cardamomo
Eneldo
Sal
Pimienta
Agua
Aceite de oliva
1 diente de ajo

Empezamos cociendo las espinacas unos minutos en agua con sal.
En una sartén con una cucharada de aceite de oliva, ponemos el ajo troceado y añadimos las setas. Rehogamos un par de minutos, añadimos un poco de sal e incorporamos las espinacas cocidas bien escurridas. Reservamos
Preparamos el arroz Basmati. Yo lo he aromatizado con unas semillas de cardamomo, un poco de pimienta negra y anís estrellado.
 

Cubrimos la bandeja de horno con papel de hornear. Colocamos encima dos láminas de masa filo (o más dependiendo del grosor que queráis). Sobre ellas, ponemos el filete de salmón crudo al que habremos añadido un poco de sal y eneldo. Cubrimos con parte de la mezcla de espinacas y setas, una capa de arroz Basmati y una nueva capa de espinacas y setas. Cubrimos bien con otras dos hojas de masa filo y sellamos mojándolas con agua. 
Pintamos con mantequilla derretida y metemos al horno a 180º C hasta que adquiera un tono dorado.

Ya está listo para servir y disfrutarlo. Y ahora, echad un vistazo AQUÍ a los platos que han preparado el resto de particpantes.



jueves, 10 de marzo de 2016

VERDINAS CON PULPO #legumbreandoTS





2016 es el año internacional de las legumbres. Así lo ha proclamado la Asamblea general de las Naciones Unidas. Esta iniciativa se propone sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de las legumbres como parte de una producción de alimentos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición.
Las legumbres son ricas en proteínas, vitaminas del grupo B, minerales y poseen un elevado contenido en fibra. Es además un alimento económico que se recomienda consumir al menos, dos veces por semana.
Y precisamente, las legumbres, son las protagonistas este mes de La Cocina Typical Spanish, gracias a nuestra anfitriona, mar de Mar entre fogones

Yo, como asturiana, tenía claro que mi elección tendría que ver con nuestra legumbre por excelencia: la faba. Pero en vez de elegir las más conocidas, las fabas de la granja (las utilizadas para hacer fabada), he querido cocinar otras menos conocidas: las verdinas. Son unas fabas de pequeño tamaño y color verde, que se cultivan sobre todo en la zona oriental de Asturias. Maridan perfectamente con marisco y pescado.


Ingredientes (para 6 personas)

Fabas verdinas (un puñado por persona)
2 cebollas
2 ajos
1 hoja de laurel
1 rama de perejil
Pulpo (de algo más de 1 kg)
Aceite de oliva
1/2 pimiento
Pimentón
Sal

La noche anterior dejamos las fabas a remojo bien cubiertas de agua fría.
Retiramos el agua y echamos las fabas en una olla con la rama de perejil, media cebolla, 1 diente de ajo y la rama de laurel. Cubrimos con agua y ponemos al fuego. Deben cocer unas dos horas, a fuego no demasiado alto y vigilando que siempre estén cubiertas de agua, si es necesario se les va añadiendo agua fría.
Mientras tanto, preparamos el pulpo. Yo uso siempre pulpo congelado previamente. Llenamos la olla a presión de agua y cuando empieza a hervir, sumergimos el pulpo, lo dejamos unos segundos en el agua y volveos a sacarlo. Esperamos que el agua hierva de nuevo y repetimos el paso anterior dos veces más. Después de haber "asustado" al pulpo tres veces, lo dejamos dentro de la olla, añadimos una hoja de laurel y cerramos. Dejamos cocer unos 20 minutos (para un pulpo grande).
Una vez cocido, dejamos que enfríe un poco dentro del mismo agua de cocción, después lo sacamos y lo cortamos en trocitos que reservamos.
Reservamos también el agua de cocción.



En una sartén ponemos a pochar 1 cebolla y media, 1 diente de ajo, medio pimiento rojo y un poco de perejil. Dejamos que se haga a fuego lento y cuando ya esté bien pochado, añadimos una cucharadita de pimentón y a continuación un par de vasos del agua de cocer el pulpo. Añadimos sal y dejamos que se haga unos minutos. A continuación, añadimos el pulpo y dejamos que se haga en la salsa, tan solo unos minutos, si lo dejamos demasiado tiempo endurecerá.
Volvemos a las fabas: cuando hayamos comprobado que ya están cocidas, retiramos un poco del agua de cocción y añadimos un par de vasos del agua de cocer el pulpo y a continuación el pulpo que acabamos de preparar. Aquí la cantidad ya dependerá de gustos. Comprobamos de sal y rectificamos si es necesario, dejamos la olla a fuego lento unos cinco minutos y retiramos.

¡Buen provecho!

                                                                 
Y ahora, os invito a que echéis un vistazo al recopilatorio de este mes #legumbreandoTS. Pinchad AQUÍ



domingo, 6 de marzo de 2016

PAN DE MOLDE CON TANG ZHONG


Una advertencia antes de que empecéis a ler esta entrada: si hacéis este pan en casa, tened en cuenta que el pan de molde comercial ya no volverá a ser lo mismo para vosotros. Advertidos estáis.

Es fácil de hacer y está buenísimo. No tengo nada más que decir de esta receta. Eso sí, lleva su tiempo, que no trabajo. La receta es de Miriam de El invitado de invierno y lo más llamativo es la utilización de una técnica japonesa, el Tang Zhong, que no es ni más ni menos, que el engrudo de toda la vida. Os sorprenderéis de la ternura y el sabor de este pan.


Ingredientes:

Para el engrudo: 60 g de harina panadera, 300 g de agua

Para la masa final:

540 g de harina panadera
100 g de agua
15 g de levadura fresca
10 g de sal
10 g de azúcar
30 g de mantequilla ablandada


Ponemos en un cazo la harina y el agua, y removemos con unas varillas hasta que no queden grumos. Calentamos a fuego bajo sin dejar de remover. Lo ideal es que llegue a los 65ºC. La mezcla debe adquirir una consistencia de crema. Retiramos del fuego, tapamos y dejamos que enfríe.

Ponemos en un bol el engrudo, la harina y el agua. Mezclamos y dejamos reposar 20 minutos (autólisis que favorecerá el amasado). Añadimos la levadura, el azúcar y la sal y amasamos. Añadimos la mantequilla y seguimos amasando hasta que se introduzca bien. A partir de aquí, alternamos un par de minutos de amasado con 10 minutos de reposo hasta obtener una msa fina y elástica.
Formamos una bola, la dejamos reposar en un cuenco impregnado de aceite, tapamos y dejamos levar hasta que doble su volumen.
Pasamos la masa a la encimera y desgasamos apretándola bien. Para formar el pan, podemos hacer una barra o formar tres bolas. La colocamos en un molde rectangular y alto (es preferible que esté engrasado y enharinado para evitar sorpresas) y volvemos a taparlo para dejar reposar. El pan debe levar más del doble del tamaño inicial.
 

Metemos en el horno a temperatura máxima, 220ºC vaporizando al introducirlo y horneamos 20 minutos. En la receta original, Miriam recomienda bajar la temperatura pasado ese tiempo a 190ºC y cocer otros 25 minutos.
Desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla. Podemos guardarlo envuelto en una tela o tapado en el propio molde. Se conservará estupendamente varios días.




sábado, 20 de febrero de 2016

BABÁ AL RON

Este mes, toca receta dulce en Desafío en la cocina. Y viene muy, muy jugosa. Toñi, de Qué se cuece en mi cocina nos ha desafiado en esta ocasion a hacer Babás.

El babá al ron es un dulce típico de Nápoles y Francia. Se trata de una masa tipo brioche pero muy básica y que se empapa en un jarabe hecho con ron. Su origen sin embargo, se remonta, a Polonia, donde crearon esta especialidad para el destronado rey Estanislao I, muy goloso pero con muchos problemas para comer dulces a causa del mal estado de su dentadura. Su creador, el pastelero Nicolas Stohrer, lo llamo Pastel Alí Babá y lo elaboró inicialmente con un sirope de vino de Málaga. Podéis leer más sobre la historia de este dulce pinchando aquí


Para la masa de los babás, yo he seguido la receta de Thomas Keller, recogida en su libro "Bouchon Bakery". El jarabe lo he cambiado un poco más a mi gusto y le he añadido también un poco de piña en almíbar, ya que luego la uso también para decorar.

Ingredientes para la masa (para unas 12 unidades):

250 g de harina de fuerza
25 g de azúcar
5 g de sal
5 g de levadura fresca
4 huevos
80 g de agua templada
94 g de mantequilla a temperatura ambiente

Mexclamos la harina y el azúcar. Disolvemos la levadura en el agua. Removemos con unas varillas la mantequilla y la sal, dejándola como una pomada.
Ahora toca amasar: ponemos en el bol las mezclas de harina y de agua. Mezclamos y vamos añadiendo poco a poco los huevos. Cuando todos se hayan integrado bien, añadimos la mantequilla y dejamos amasar bastante tiempo, yo lo tuve unos 15 minutos.
Ponemos la masa resultante que será muy blanda, en una manga y escudillamos en los moldes ligeramente engrasados. Yo he usado unos moldes especiales para babas individuales, pero como solo tenía cuatro, el resto los hice en moldes de flan desechables.
Golpeamos cada molde sobre una superficie plana para que la masa se asiente y dejamos levar entre 30 y 40 minutos.
Horneamos a 160º entre 20 y 30 minutos. La superficie de los babas de be quedar dorada.
Sacamos y dejamos que enfríen sobre una rejilla.

 

Ahora preparamos el jarabe para bañarlos.
Ingredientes:

625 ml de agua
312 g de azúcar
65 ml de ron
piel de limón
piel de naranja
1 rama de vainilla
1 rodaja de piña en almíbar

Ponemos todos los ingredientes en un recipiente al fuego, con la vaina de vainilla abierta longitudinalmente y el interior raspado y añadido a los líquidos. Dejamos que hierva un par de minutos y retiramos del fuego.

Una vez fríos, desmoldamos los babás y los empapamos bien en el jarabe sumergiéndolos unos segundos por cada lado.
Para adornarlos, ponemos un punto de nata montada en el centro de cada pastel y colocamos dos trozos de piña en almíbar.

Y ahora, solo queda echar un vistazo a todos los babás de los participantes en Desafío en la cocina
Pinchad aquí para no perderos ninguna receta.

miércoles, 10 de febrero de 2016

TRUFAS #cocinadecineTS


Creo que he visto la película "Chocolat", cuatro veces. Es de esas que no me importa volver a ver. Evidentemente, no podía ser menos para una adicta al chocolate como yo.
Este mes, en La cocina Typical Spanish, hemos querido fijarnos en recetas de cine, de esas que alguna vez hemos visto o intuído en una película romántica. Y es que la comida, tiene un papel muy importante en el cine.
Dicho esto, supongo que ya habéis deducido por donde va mi receta. ¿Recordáis esta imagen?


Pues eso, esas trufas que Juliette Binoche le ofrecía a Johny Depp, intentando dar con su sabor favorito.
Las mías son las clásicas de chocolate con leche, con ingredientes de los más básicos que se usaban en aquel obrador del pequeño pueblecito de Lansquenet.
La receta, de William Curley, en "Chocolate de alta costura"



Ingredientes para unas 36 trufas:

150 ml de nata para montar (35% m.g.), 22 g de azúcar invertido, 275 g de chocolate con leche (32% de cacao), 43 g de mantequilla a temperatura ambiente, 250 g de chocolate negro, cacao en polvo

Poner la nata con el azúcar invertido en un cazo y llevar a ebullición. Retirar del fuego y dejar que enfríe hasta que alcance 65-70ºC
Fundir el chocolate con leche al baño maría o en microondas con mucho cuidado de que no se queme. Debe llegar a unos 45ºC
Añadimos la nata sobre el chocolate derretido, poco a poco, removiendo sin parar, para emulsionarlo. Añadimos la mantequilla y seguimos mezclando para que se incorpore bien. Si es necesario, podemos batir con una batidora de mano.
Vertemos la mezcla en una fuente de cristal,  tapamos a piel con film y dejamos reposar en nevera toda la noche, o como mínimo, cuatro horas.

Pasado el reposo, fundimos el chocolate negro en un recipiente hondo y con ayuda de un par de cucharillas y nuestras manos, vamos formando bolitas. Para que os resulte más fácil bolearlas, podéis untaros las manos con unas gotitas de aceite de girasol.
Utilizando un tenedor, bañamos cada bola en el chocolate negro fundido, procurando recudir bien el exceso.
Las vamos colocando sobre un papel de horno o rejilla. Antes de que cristalizen por completo, pasamos cada trufa por cacao en polvo, hasta que quede bien cubierta. Sacudimos para retirar el exceso.
Dejamos que se asienten sin tapar en un lugar fresco y seco durante 2 o 3 horas.
Podemos guardarlas en un recipiente hermético, siempre fuera de la nevera, pero teniendo en cuenta que debemos consumirlas rápido, no más de tres días. Aunque estoy segura de que no durarán mucho.



Y ahora, no te pierdas el recopilatorio de #cocinadecine de La Cocina Typical Spanish. Pincha AQUÍ para verlo





domingo, 7 de febrero de 2016

BOLLINAS DE CREMA


Al domingo antes de Carnaval, o sea, hoy, se le llama en Asturias el Domingo'l Gordu. Es uno de esos días que según la tradición, marcaba una buena comilona antes de entrar en los días de Cuaresma. El menú: pote de berzas acompañado de un contundente compango y de postre, frixuelos o bollinas.
Aunque apenas se recuerda, en muchas casas de pueblo, como la mía, donde afortunadamente hay una persona que acumula años de vida y experiencias se mantiene la tradición de poner de postre bollinas o frixuelos.
Podemos decir que las bollinas son la versión frita de les casadielles. Se les conoce por este nombre, en la zona centro de Asturias, especialmente en la comarca de Avilés. También se las conoce como Teresitas. El relleno suele ser de nuez, pero hoy las hemos hecho de crema pastelera, habituales también de esta época del año.
 

La masa de estas bollinas, es medio hojaldre, una receta del libro de cabecera en todas las cocinas asturianas ("El arte de cocinar" de María Luisa García) que se trabaja de forma similar al hojaldre aunque lleva menos mantequilla.
En esta ocasión, la crema pastelera la he aromatizado con cardamomo para darle un toque diferente.

Ingredientes de la masa:

250 g de harina
125 g de mantequilla a temperatura ambiente
un vasito de agua
1 cucharadita de sal
 
Ponemos el agua y la sal en una fuente de cristal y mezclamos bien, añadimos la mantequilla y a continuación la harina y amasamos bien. Una vez que tengamos una masa bien lisa, la pasamos a la encimera o meseta bien enharinada y estiramos con el rodillo dándole forma rectangular. Debemos proceder como haríamos con la masa de hojaldre, dandole un total de cinco vueltas. Yo le he dado una vuelta simple y dos dobles. Aquí podéis ver una explicación gráfica de cómo dar esos pliegues.
Envolvemos en film y dejamos reposar en la nevera. Yo la dejo normalmente de un día para otro.

Ingredientes de la crema:

250 ml de leche
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de maizena
1 huevo
corteza de limón
cardamomo


Ponemos la leche a hervir en un cazo con la corteza de limón y cuatro semillas de cardamomo. Cuando hierva, retiramos del fuego y tapamos, dejando que infusione durante al menos media hora.
En una fuente, mezclamos con varillas el azúcar y la maizena, añadimos el huevo removiendo bien e incorporamos la leche colada. Mezclamos y ponemos nuevamente al fuego sin dejar de remover con las varillas, hasta que espese.
Vertemos en una bandeja y tapamos con film. En cuanto enfríe, guardamos la crema en la nevera.



Para hacer las bollinas, procedemos de forma similar a cuando hacemos empanadillas. Estiramos la masa formando un rectángulo ancho. Depositamos pequeños montoncitos de crema de la mitad hacia abajo, separados varios centímetros y doblamos la masa, dejando cubierta la crema. Aplastamos bien los bordes y cortamos cada bollina.
Freímos en abundante aceite de oliva caliente y espolvoreamos con azúcar.
¡Buen provecho y Feliz Antroxu!


domingo, 24 de enero de 2016

MERMELADA DE CALABAZA A LA CANELA


Aún estamos en época de calabaza, así que aquí tenéis una receta perfecta para preparar estos días. Una mermelada casera que alegrará vuestros desayunos y meriendas. La receta es de mi amiga Chus, de Para estar por casa que además está de cumpleaños, ¡cumple 5 añitos! Y para celebrarlo ha organizado un fantástico sorteo patrocinado por Lekue, en el que yo participo con esta receta. Así que querida Chus, una celebración perfecta que me ha hecho descubrir una mermelada deliciosa. Muchísimas felicidades y que cumplas muchos más haciéndonos disfrutar de tu cocina.


Chus utilizó calabaza blanca, yo he usado la naranja, que es la que tengo en casa y le he añadido un poco de naranja confitada.

Ingredientes (para cuatro tarros pequeños ):

700 g de calabaza pelada y sin semillas
300 g de azúcar
zumo de 1/2 limón
canela en polvo
5 rodajas de naranja confitada

Cortamos la calabaza en trozos pequeños y la ponemos a macerar con el azúcar, la canela y el limón, durante unos 20 minutos. A continuación la ponemos al fuego, cuando empieze a hervir, bajamos el fuego y removemos a menudo, para que no se pegue. La calabaza se irá ablandando, para conseguir una textura más homogénea, a la media hora de cocción yo le he metido la batidora. Volvemos a ponerla a fuego lento y añadimos la naranja confitada cortada en trocitos pequeños. Dejamos que se haga cinco minutos más y retiramos del fuego.


Vertemos en tarros esterilizados, cerramos bien y ponemos a cocer al baño maría 10 minutos. Si la vais a consumir pronto, podéis ponerla directamente en los tarros, cerrarlos bien y colocarlos boca abajo hasta que se enfríen, así harán el vacío correctamente.  

Aún estáis a tiempo de participar en el concurso de Para estar por casa. ¡El premio os encantará!
                                             http://paraestarporcasa.blogspot.com.es/2015/12/sorteo-5-aniversario-de-para-estar-por.html

miércoles, 20 de enero de 2016

PASTA FRESCA: RAVIOLI DE CARNE CON PISTO

Comenzamos 2016 viajando a Italia en Desafío en la cocina. Rocío, de Chismes y cacharros ha querido ponernos a prueba haciendo ¡pasta fresca!
A falta de máquina, yo he tirado de rodillo. El resultado, unos ravioli un poquito más grandes que los comprados, pero deliciosos.
Ya no hay excusas: hacer pasta fresca en casa es fácil y se puede hacer sin máquina.


Para la pasta:

200 g de harina de fuerza
2 huevos

Siguiendo las indicaciones de mi paisana Noelia, de La cucharina mágica, mezclamos la harina y los huevos, amasando bien sobre una superficie de madera, hasta que la masa no se pegue a las manos. Envolvemos en film y dejamos reposar en la nevera un par de horas.

Para el relleno:

200 g de carne picada
1 diente de ajo
perejil
salsa de tomate
aceite de oliva
1 hoja de laurel
sal y pimienta

Salpimentamos la carne picada, y le añadimos un diente de ajo y una ramita de perejil machacados en el mortero. Mezclamos bien y la ponemos en una sartén con un poquito de aceite de oliva. Removemos bien para que se haga la carne y añadimos la salsa de tomate y una hoja de laurel. Dejamos que se haga despacito unos diez minutos.

La receta del pisto con el que acompañaremos la pasta, podéis verla aquí
Después del reposo de la masa, llega el momento de estirarla. Enharinamos bien la superficie de trabajo (preferiblemente una mesa de madera) y estiramos la masa con el rodillo. Una vez que tengamos una lámina de masa fina, la doblamos a la mitad y volvemos a estirar por completo. Repetimos esta operación varias veces hasta conseguir una masa bien fina, yo lo hice cinco veces. Muy importante mantener masa y mesa con bastante harina, para que no se pegue.



En la mitad del rectángulo de masa estirada que hayamos obtenido, colocamos montoncitos pequeños de relleno. Pasamos un pincel mojado en agua en las intersecciones de masa que quedan sin relleno y tapamos con la otra mitad de la masa. Presionamos bien y cortamos con un cuchillo o cortapastas formando cuadraditos.
Dejamos reposar los ravioli sobre la mesa enharinada y tapados con un paño, aproximadamente una hora.



Pasado ese tiempo, cocemos la pasta en abundante agua salada, cinco minutos. Escurrimos y la añadimos al pisto que tenemos reservado. Ponemos al fuego un par de minutos y servimos.

¿Aún teneis dudas sobre cómo preparar pasta fresca en casa? Pues echad un vistazo a todas las recetas del resto de participantes de Desafío en la cocina y ya veréis como quedan solucionadas esas dudas. Pinchad AQUÍ